A medida que pasan los años y la televisión chilena sigue su curso natural de evolución, bajo la dirección tácita del sistema económico-político-social imperante, arroja aleatoriamente engendros deformes de una conciencia que busca salir a flote por cualquier vía de posible, un feto anticapitalista parido en la clínica las Condes por un doctor de apellido Angelini. Un feto con suerte, sobreviviente a un aborto en una típica familia católica chilensis, lleno de contrastes y cicatrices consecuencias de un parto difícil de bebe prematuro.
Es aquí cuando las comparaciones son decidoras... como olvidar el excelentísimo "Plan Z" de Peirano y Gumucio con su pronunciación de mierda, a "Duro de Domar" y al Notero Pobre riéndose de Narco Silva, a "Canal Copano" y las performances de Machine y así un enorme cúmulo de programas pilotos que acabaron como imágenes incomparables en el inconsciente colectivo o como proyectos que no llegaron a buen puerto (como el late show de Felipe Avello).
De esta manera, y sintiendo esa tranquilidad antes de la tormenta, es que pude presenciar uno de los programas más hilarantes y frescos de la TV actual. Un bombazo que retorcía mis sesos con mucha mierda, ironía, irreverencia, insultos, garabatos, política, música, crueldad, vejaciones y una cantidad inimaginables de productos metidos en una juguera y que derivaban en un líquido viscoso que debía meterme por las orejas y los ojos. El ícono de la Tv Trash, la bandera negra de la televisión fragmentaria del siglo XXI, el sueño cumplido de algún terrorista audiovisual... señoras y señores: "Influencia Humana" en vuestras pantallas...
Pronto más detalles... (cuando confirmen su nueva temporada)
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