“No acepto de dicho texto la expresión infamante
ni la descalificación, disfrazada con un fallido intento de ironía. No acepto
el insulto gratuito, respaldado por el velo vil del anonimato que concede un
seudónimo. No acepto que alguien ofenda a uno de los nuestros, menos aún si ha
muerto. Es un principio de antigua data. Creo, sí, que se puede y debe usar la
pluma para denunciar, pero con el raro atributo de la inteligencia, con el
nombre de quien escribe como firmante y sin el oportunismo de la muerte del
acusado. Hacer lo contrario no merece otra explicación que el temor que todavía
infunde el ausente”
N. F.
“Y como títeres culeados Marín, P. Navia y el telonero Maqueira
lloraban pasando por las rajadas aguas”
lloraban pasando por las rajadas aguas”
Los Países Muertos – Raúl Zurita
“…bajé los ojos humildemente, como un pajarillo
herido, e imaginé ese fundo en donde la literatura sí que era un camino de
rosas y en donde el saber leer no carecía de mérito
y en donde el gusto primaba por encima de las necesidades y obligaciones prácticas…”
y en donde el gusto primaba por encima de las necesidades y obligaciones prácticas…”
Nocturno de Chile – Roberto Bolaño
1)
Bibliofilia. A veces quisiera ser Moisés y salir, de
ternero impoluto y con toda la prepo, a recitarme de algún libro del Pentateuco
o el libro de Job en plena plaza pública. Lo digo en serio. Con la gota
cayendo, resbalando por la patilla, asumiría mi posición de admirador de los
tonos mayores del catolicismo (aquellos que dibujara tan bien De Rokha). A
partir de eso, de mi supuesta performance religiosa, el chiste al culto es
irremediable; entre otras cosas, porque soy un convencido de que el concepto de
“religiones modernas” guarda siempre un dejo de ironía y porque hay más
literatura que revelación, en el libro aludido.
2)
El
acto anónimo es un acto sin nombre.
Que el Lazarillo de Tormes sea anónimo, realza su carácter de universal.
3) Virtual sit-in. Knowledge is free. We
are Anonymous. We are Legion. We do not forgive. We do not forget… Expect us! (desde 4chan con una pancarta de Benedetto Croce).
4)
Derrideana.
¿Y ahora qué? ¿Qué queda después de decir tanto? Solo queda asumir las
aporías como medallas de vino. Si el mentado personaje era todo y nada a la vez,
preocupémonos del material noético y armemos
una lista. Lo demás, al decir de Zambra, es literatura. Pero que quede claro: ni
decoloración, ni decoración: DECONSTRUCCIÓN se llamaba la canción.
5)
Forever
Alone. Sigamos leyendo literatura por internet y construyamos castillos
discursivos inasibles, pareciera decir la perorata. No a la literatura soez, no
a los opúsculos a mano armada: si a la participación silenciosa, a la
literatura amena, a las lecturas morales. Hay que privilegiar las buenas
costumbres y la buena dicción. No a la lectura del paredón, no a la poesía
enrejada entrelíneas. La muerte llama a la impunidad y todo ese rollo absurdo:
en pro de la producción, contra la contrariedad. Sí a la literatura sanitaria,
no a los rayados del wáter.
Importantes
son los amiguismos: el síndrome bolaño es una herencia genética. Determinantes
son los certificados: el que nada estudia, nada tiene.
La
creatividad ya no existe. Todo se ha escrito, el barco ya se hunde, la nave
capota, hemos perdido la batalla. Nadie plagia a nadie, solo escriben
palimpsestos parafraseados y recontrarumiados por cuanto gil escribió antes.
Nuestra
estocada fue “un intento fallido de ironía”. Es fácil confundir la ironía con
la parodia, por ese lado se entiende, hay una discapacidad generacional de los
nacidos en los 60´. Lo del intento, es de perseverante y lo de fallido es de fallado…
en todo caso: ¿dónde está Ignacio Valente cuando se le necesita?
6)
Las
amarillas de publiguías. Y nadie levantó la voz cuando se publicaron
los dichos contra el burócrata de Marcone, cuando se reclamó con audacia contra
las clases de Literatura Hispanoamericana, cuando se denunciaron las dictablandas
de algunos ayudantes perdidos en acción. Incluso se pasó por alto cuando,
contra el mismo sentido común, respaldamos la decisión arbitraria de Hugo
Cifuentes de no hacer clases, porque un care wea se le ocurrió bostezar en su
presencia. Nadie recuerda cuando se hacían sátiras porque Daniel Lagos no
llegaba a hacer clases o cuando algunos profesores, dejaban que sus ayudantes
realizaran las clases y ATENCIÓN, hicieran y revisaran también las pruebas.
¿Y
qué me dicen de la ya mítica Sopaipilla aceitosa, de las semillas de marihuana
o de la postal de la monja haciéndose cariño? ¿Ya se les olvidó?
¿Se
acuerdan de la nota en nombre de Javier Pérez Chávez, estudiante de Terapia
Ocupacional, muerto el 2011? ¿Recuerdan los lamentos por la situación del
performático joven de apellido Soto, que hacía huelgas de hambre hasta porque
subían los precios en el Roma? ¿Alguien cachó cuando arremetimos contra el otrora
campeón del pueblo y meses después cayó por su propio peso? ¿Alguien sacó la
voz, alguien hizo uso de la democracia?
Nadie
se acuerda y ahora nos echan los perros, hambrientos de reconocimiento
oportunista, abigarrados de fingida moralina.
No
necesitamos fama, necesitamos alimento y más armas (discursivas).
7)
Del
logocentrismo al lococentrismo. Esto va en serio, en Siria, en serie: Disculpas
públicas para ti. Disculpa si me excedí, si mostré demasiado el balón. Pensé
que podía tirar el centro y también cabecearlo, siendo un simple portero. Ojalá
que no trunque tu carrera en la cacademia, ojalá que no ganes enemigos porque
les salpicó caca con mi ventilador. Que el móvil, la inspiración, el asunto
literario no pese más que el texto mismo. Cuando quieras me rajo con un
completo J Disculpas, de
verdura.
8)
Terrorismo
blanco. La institucionalización del discurso es violenta. Te apuesto a
que si publicara en la “La novísima nueva Fénix”, en el Facebook de “Texto
Vendido” y no en la ordinaria “Biblioteca Satánica”, otro gallo cantaría.
De
lo que se trata es de poner ojo a la intracarrera:
que los Raimundos Nenén no tengan que ser apreciados en otros nichos porque por
acá se les tilda de orates. Que los Danieles Toros no deban cargar con la cruz
de una mala calificación porque no hay mediciones, ni huevos que validen su
tesis. Que los Diegos Ibacetas, las Bestias y cualquiera otro futuro mártir del
Roma o de la oficialidad, no deban sucumbir ante el arbitrio de un juez con un
mal día, o bien, ante otros sesgos
cognitivos de la edad.
9)
Confundir
la gordura con la hinchazón. En
la mañana cuando venía en el auto sthh! se me atravesó un perro. Venía atrasado
pero igual me detuve. Era una cagá chica: sthh! patas cortas, 3 pelos en el
lomo y rulos de huaipe. Moví el auto justo pero lo pasé a llevar con una de las
ruedas traseras. Me bajé como pude sthh! y lo subí al cacharro. En cinco
minutos ya estaba en el veterinario y el quilterrier estaba enyesado hasta el
cuello wn sthh! No hubo opción y me lo tuve que llevar. Imagínenme: manejando con
premura por la costa pero con mi fermoso jamelgo de copiloto. Bueno, hasta que
me cagó el asiento y abjurando más que don Quijano, me devolví para entregarlo
en adopción… a todo esto: ¿sabían que a mí me decían el martillo cuando cabro?
Cabeza chica y el mango largo.
10)
Principio
de nueva data. La parodia es
también un paraodiar.
(aquí el autor, al igual que
Balmaceda, pide asilo en la Legación Argentina y se pega un balazo. Después,
cobra su seguro de Vida y se va a la Costa Azul a costa de la movida en la
Cuenta –secreta- en un Banco Suizo).
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